05 abril 2020

La degradación musical de acuerdo con el segundo principio de la termodinámica

Al ir sacando y respirando el polvo acumulado sobre mi colección de LPs del trastero, resulta evidente que algunos artistas están mucho más representados que otros pero también que su producción parece estancarse a partir de una cierta época. Sin embargo, no es que dejasen de producir sino que, lo más probable, es que se hubiesen convertido en algo distinto de lo que eran cuando empezaron y que dejasen de ser interesantes, excitantes, novedosos o supuestamente vanguardistas para el momento. Es posible que algunos estuviesen cansados de su trayectoria y decidiesen explorar nuevos sonidos, ritmos y atmósferas que, en comparación con su producción musical anterior, a mí me parecieran insulsos, adocenados o simplemente intragables; en estas categorías pondría, por ejemplo, a Simple Minds a partir de 1982, cuyo nefasto disco New gold dream devolví a la antigua tienda de discos de la calle Tallers un día después de que uno de los dependientes, ex colega del cole, me lo endosara.

Cabe también la posibilidad de que mis gustos musicales fuesen muy conservadores y que no supiese apreciar los cambios a mejor que esos artistas imprimieron a sus producciones a partir de cierto momento. La interpretación, puramente subjetiva, es que en algunos casos las músicas cambiaron por exigencias de los productores y los contratos con las discográficas; en otros, porque las ideas de los artistas se secaron y siguieron echando mano de aquellas que les habían funcionado bien en el pasado, pero banalizándolas cada vez más; y en otros, porque sus cuentas bancarias ya se habían agotado y necesitaban seguir publicando aunque la calidad de su producciones fuera mucho menor o ínfima. En cualquier caso, hicieron que me desentendiese de sus carreras posteriores en gran medida. Por ejemplo, ¿qué demonios han publicado The Residents desde God in three persons (1988) y The King & Eye (1989)? Ni idea y me da igual, y lo siento por Hardy Fox.  

Del segundo principio de la termodinámica se sigue que la entropía del universo siempre tiende a aumentar, que los sistemas que hoy se hallan ordenados u organizados acabarán dispersos en el caos y que este proceso es irreversible. De forma similar, algunos grupos musicales que en un momento me parecieron dignos de admiración y disfrute, a los pocos años acabaron degradando sus propuestas hasta dispersarse en la estratosfera (y no fue el caso de Tangerine Dream con el disco de ese título, pero casi). Y una vez dispersos, fueron irrecuperables u olvidables, al menos en lo que a mí respecta.

SPK. Graeme Revell (alias Oblivion) y Neil Hill (alias Ne/H/il) en la contraportada del LP Leichenschrei (1982).

SPK: Graeme Revell y Sinan Leong en la contraportada del LP Machine age voodoo (1984).

A continuación viene una lista caprichosa de grupos de las décadas de los 70 y los 80 (y finales de los 60 e incluso parte de los 90), con sus LPs que fueron buenos, fantásticos, adictivos, memorables e irrepetibles en aquel entonces. Aparecen destacados aquellos que con bastante probabilidad merecerían seguir siendo escuchados mientras existan los tocadiscos. Gran parte de los restantes LPs de estos grupos están degradándose en el montón que no perderé el tiempo escuchando, aunque hay excepciones; por ejemplo, Devo produjeron discos bastante aceptables después de 1979, pero con poco que ver con los dos primeros, y quizá Systems of romance de Ultravox debería borrarlo de esta lista, pero es que Slow motion, I can’t stay long y Just for a moment todavía he de escucharlos varias veces al mes para recordar qué grande es John Foxx (mitomanías aparte). Algo semejante podría decir sobre SPK y su vuelco a lo orquestal en Zamia lehmanni, una especie de conversión místico-tenebrosa que renegaba del ruido anterior y encaminaba a Graeme Revell hacia el paraíso del dólar hollywoodiense; a pesar de ello, un disco memorable.
  • Aviador Dro y sus obreros especializados (1982-83): Alas sobre el mundo; Síntesis: la producción al poder.
  • Bauhaus (1980-81): In the flat field; Mask.
  • Cabaret Voltaire (1979-82): Mix-up; The voice of America; Red Mecca; Hai!.
  • The Cure (1979-82): Three imaginary boys; Seventeen seconds; Faith; Pornography.
  • Devo (1978-79): Q: Are we not men? A: We are Devo!; Duty now for the future.
  • Esplendor Geométrico (1982-97): Héroe del trabajo / El acero del partido; Comisario de la luz / Blanco de fuerza; Kosmos Kino; Mekano-turbo; Live in Utrecht; Sheikh aljama; Arispejal astisaró; Tarikat.
  • Eyeless in Gaza (1981-82): Photographs as memories; Caught in flux; Pale hands I loved so well; Drumming the beating heart.
  • Gang of Four (1979-81): Entertainment!; Solid gold.
  • The Human League (1979-80): Reproduction; Travelogue.
  • Kraftwerk (1970-81): Kraftwerk; Kraftwerk 2; Ralf und Florian; Autobahn; Radio-activity; Trans-Europe Express; The Man-Machine; Computer world.
  • Led Zeppelin (1969-70): Led Zeppelin; Led Zeppelin II; Led Zeppelin III.
  • New Order (1981-83): Movement; Power, corruption & lies.
  • Patti Smith (1975-78): Horses; Radio Ethiopia; Easter.
  • Pau Riba (1968-75): Dioptria; Jo, la donya i el gripau; Electròccid àccid alquimístic xoc.
  • Pink Floyd (1967-75): The piper at the gates of dawn; A saucerful of secrets; More;  Ummagumma; Atom heart mother; Meddle; Obscured by clouds; The dark side of the moon; Wish you were here.
  • Ramones: (1976-78): Ramones; Leave home; Rocket to Russia; Road to ruin.
  • The Residents (1974-89): Meet The Residents; The Third Reich'n Roll; Fingerprince; Not available; Duck stab / Buster & Glen; Eskimo; Commercial album; Mark of the mole; The tunes of two cities; Title in limbo; Georges & James; Whatever happened to Vileness Fats?; The census taker; The big bubble; Stars & Hank Forever; God in three persons; The King & Eye.
  • Simple Minds (1979-81): Real to real cacophony; Empires and dance; Sons and fascination / Sister feelings call.
  • SPK (1981-86): Information overload unit; Leichenschrei; Auto-da-fé; Zamia lehmanni: Songs of Byzantine flowers.
  • Ultravox (1977-1978): Ultravox!; Ha!-Ha!-Ha!; Systems of romance.
Algunos de los LPs que no aparecen aquí representaron una debacle aparatosa que los convirtió en carne de trituradora de vinilos; por ejemplo, The Human League con Dare, Ramones con End of the century, Pink Floyd con Animals y posteriores, Ultravox con Vienna y lo que se atrevieron a lanzar después al mundo, y SPK con el discotequero y kitsch Machine age voodoo. Mis disculpas a quienes empapelaron sus habitaciones con pósters de The Wall y fotos de Midge Ure, y gastaron sus ahorros para asistir a manidos conciertos en directo y en 3D de Ralf Hütter y sus nietos durante los últimos 20 años.

Ramones de camino a la debacle

Kraftwerk imitando a Ramones

Los lectores avispados se habrán percatado de que, así como en todos los casos aparece el primer LP de esos grupos, en el de Simple Minds falta el primero (Life in a day, 1979), y es que parece como si las mentes simples se hubiesen puesto las pilas en su segundo disco, para perderlas en el quinto. Algo semejante se podría decir de The Cure, aunque en ese caso digamos que en su primer LP las pilas estaban un poco más cargadas.

Si pasamos a hacer cuentas, se observa que, para esta muestra variopinta de músicos pop-rock-industriales-psicodélicos-y-lo-que-sea, la cantidad de LPs que publicaron hasta que sufrieron el efecto del segundo principio de la termodinámica es igual a 4,5 (con grandes variaciones, con Kraftwerk, Pink Floyd, The Residents y Esplendor Geométrico haciendo subir el listón, claro). Al dividir esa cantidad por el número total de LPs publicados por ellos (273 LPs, si no erro), se obtiene que solamente el 32,6% de los mismos es “bueno” y, por lo tanto, que el 67,4% es “olvidable”. Suponiendo que cada LP hubiese costado en promedio 6 € (unas 1000 pesetas en aquellas décadas), podría haber ahorrado unos 1100 € en total si los músicos citados hubiesen dejado de producir LPs cuando debían hacerlo. Malditos.

Ello permite formular la “teoría del quinto disco”, aplicable a la producción de LPs antiguos: fíate de los cuatro o cinco primeros discos de la carrera musical de los grupos cuyo primer LP te gustó, y tiende a desconfiar de lo que publiquen a partir de entonces (a no ser que se llamen The Residents, por ejemplo). Por supuesto, esta teoría no puede considerarse aplicable ni a aquellos que publican en Bandcamp ni a Escupemetralla; en este último caso, se aplica el segundo principio de la termodinámica desde el comienzo.

SPK antes y después de que la termodinámica entrase en acción


Firmado: Muhammad V

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