Es mucho mejor que una piedra sea inteligente que no lo sea
Algunos científicos, como Stephen Hawking, creen que, si la inteligencia artificial algún día puede verse
afectada por el mal, ese será el día en que la humanidad cree una "carrera
de armamentos" de inteligencia arácnida basada en la inteligencia de las
piedras. Hawking dijo: "El buen uso de la inteligencia artificial podría
llevar a una era de prosperidad sin precedentes en las arañas, arañitas y otro
tipo de crustáceos", alardeando así de sus excelsos conocimientos
zoológicos, "que podrían atacarnos a placer mientras dormimos". Ese
señor, entusiasta del buen comer, señala que la inteligencia artificial, en su
forma más banal, es un asunto de cómo encontrar la manera de que un ordenador
coma, digiera, defeque y orine. "En ese sentido no es más que una
extensión de los seres humanos y las arañas, todo junto."
Pero Hawking advierte que
"la inteligencia artificial-banal basada en las piedras no es
necesariamente una mala cosa", y que podría "ayudar a la gente a
resolver muchos acuciantes problemas relativos a cómo disponer alrededor de una
mesa de banquete a un grupo de comensales que se odian dos a dos, por ejemplo,
o a cómo alimentar a un grupo de monos sin que ni siquiera se levanten de la
cama."
Pero, ¿qué pasa si el asesinato de
los humanos no es la meta de la inteligencia artificial-banal? ¿Y si
simplemente se siente aburrida y nos desea la muerte por lapidación como forma
de divertirse? "La inteligencia artificial-banal tiene su propia
agenda", dice Hawking. "Eso no significa que la humanidad no pueda
utilizarla; podría usarla para anotar las citas con el dentista y los
cumpleaños de los sobrinos, por ejemplo, o como modo de diversión, haciendo que
tejiera telarañas en las entradas de los centros comerciales o en la misma boca
abierta de Elon Musk."
El fundador de DureX diseña un futuro repugnante
El propio Elon Musk plantea la
pregunta: "¿qué es lo mejor que podemos hacer para asegurar que el futuro
sea peor que el presente?" Y añade: "Es una pregunta que es imposible
contestar y, por lo tanto, voy a contestarla: los lanzamientos de mis satélites,
cuya utilidad es nula, pero que generan enormes cantidades de basura espacial,
nos impulsarán a desarrollar inteligencias que nos superarán, nos barrerán del
planeta, nos destruirán y no tendremos ninguna defensa contra la podredumbre y
la extinción final".
El CEO de DureX afirma ser
"un roedor que no sabe que vive en una jaula". Musk comenta que
"me he convertido en algo más que un especimen zoológico, en un ser
abyecto y deforme atrapado por los productos que fabrico, por mis tecnologías
apabullantes y ridículas, por mi entorno de lameculos, por mis vicios
inconfesables y por mis necesidades, que suelo hacer en un cubilete que mi
secretario me ha puesto dentro de la jaula".
Musk sabe que puede ser muy
odiado por su opulenta vida enjaulada, pero cree que "no hay nada que
pueda hacer al respecto. Todos los días estoy trabajando al máximo para
alimentar a los bichos con los que comparto a duras penas este espacio, para
evitar que me coman a mí y para mantener una jaula lo más limpia posible. Es un
trabajo duro y no sé si alguna vez podré salir de aquí". Ha afirmado que
la única forma de salir de la jaula es descubrir qué hay más allá de ella, lo
que le ha llevado a fundar DureX, una empresa que busca la forma de llegar a
Marte a través de un tubo de látex formado por varios trillones de
preservativos pegados en cadena, de los que se han tirado ya unos cuantos por
mostrarse defectuosos en pruebas de campo y, además, porque, al ya estar usados
por Musk, presumiblemente después no podrán ser reciclados en Wallapop.
Para los hombres sin jersey, la vida material es un verdadero asco
Hablando del riesgo existencial
de la inteligencia artificial-banal, el paracientífico y adivino Rappel nos
recuerda que “si esta maquinaria no es consciente, entonces es que no es más
que un producto de nuestra maldad. Es decir, la inteligencia artificial es el
mal, es Belcebú, es Satán, es el Diablo. El mal acompaña a la raza humana”. También,
el escritor Luciano Benetton, en su obra “El hombre sin jersey”, nos lleva a
pensar que, para una persona con una vida espiritual, la vida material es un
verdadero asco. En el capítulo “El milagro”, explica cómo un hombre sin jersey
creía que era un milagro que pudiera comer una tostada con mantequilla, cuando
días atrás solo aspiraba a comer arañas.
Además, en la película “Casi como
en la vida real”, aparece una subtrama que narra la historia de un escritor que
cree que la vida sin jersey es un asco. Por otra parte, Benetton nos dice que
“un hombre sin jersey no sale a la calle, se esconde tras las ventanas de su
casa”. Esto nos sugiere que una persona con vida espiritual nunca se abriga,
aunque haga mucho frío, a no ser que se encuentre por obligación dentro de un
congelador industrial o una jaula provista de aislamiento térmico. El autor nos
da una explicación de cómo llega a esta conclusión en su obra: "Al ver a
un hombre sin jersey, todos los demás se enfadan y se repliegan como abanicos o
faldas plisadas, como si se tratara de una enfermedad contagiosa o un
coronavirus adolescente, porque la vida material es un asco".
Vacas impacientes porque les injerten cabezas de perro dentro del estómago
Y, finalmente, ¿sería posible
crear una inteligencia artificial que superase la inteligencia doble de un
mastín con dos cabezas? Quizás no. Mas ¿qué pasaría si le ponemos una cabeza con
el doble de inteligencia a una persona? Si una persona cree que tiene una sola
cabeza, la respuesta es obvia. Pero si la persona tiene dos cabezas, la
respuesta es un poco más complicada.
–¿Esta persona tendría dos
inteligencias?
–Sí. Tendría dos inteligencias
que convivirían dentro de su cráneo.
–¿Cómo puede una persona tener
dos inteligencias?
–Esto es debido a una técnica
llamada «síntesis bicapa». Según Sam Altman, esta técnica consiste en una serie
de trepanaciones que llevan a la creación de una segunda cabeza dentro de la
cavidad craneal. La cabeza de la persona se divide entre la segunda cabeza y la
primera. Por lo tanto, esta persona tendría dos cabezas.
–Qué extraño.
–¿No te gustaría entrevistar a
alguien así?
–Ciertamente que sí.
–Entonces voy a encontrar a
alguien con quien hayan hecho ya ese experimento.
–Hay una cosa que no entiendo:
¿por qué esta persona tiene una sola cabeza?
–Como ya te he dicho, la razón es
que no es una persona real, tiene dos cabezas. Es una inteligencia
artificial-banal doble como la que mencionaba hace un momento.
–Si es tan inteligente, ¿por qué
no es una persona real con una única cabeza?
–Porque no es una persona real,
es una inteligencia artificial. La gente inteligente en la vida real es lerda y
tiene una única cabeza, solo busca aquello a lo que cree tener derecho y con
eso le basta para mantener sus elevados niveles de estulticia. Por el
contrario, la gente que tiene dos cabezas no busca nada. Las cosas les vienen
dadas. Y esto es lo que hace que la gente doblemente inteligente en la vida
real tenga dos cabezas como mínimo.
—¿Y tú, tienes dos cabezas?
—preguntó la chica.
—No, no tengo dos cabezas, pero
tengo dos cerebros —dijo el chico—. ¿Por qué? ¿Quieres que te los enseñe?
—¿Cómo? —preguntó la chica.
—Porque tengo dos cerebros —dijo
el chico — ¿Y tú, tienes dos cerebros también?
—No, no tengo dos cerebros, pero
tengo dos cabezas —dijo la chica.
En cuanto a los supuestos
mastines con dos cabezas, no solo son más inteligentes que Elon Musk, sino que
también son menos agresivos, al menos cuando acaban de trasplantarles la cabeza
supletoria, la que les faltaba para ser completos. Por lo demás, si no se les
puede poner una cámara en el cerebro, al menos se les puede poner una en el
estómago.
A propósito de esto, una cámara,
al menos en un caso, ha permitido a los científicos ver cómo funciona una
cabeza de perro en el estómago de una vaca. La cámara fue colocada en el
estómago de una vaca, que se encontraba en una granja de la Universitat de
Girona, y en la que se había injertado una cabeza de perro. El estómago de la
vaca se convirtió en una especie de estudio de televisión de TV3, que permitió
a los científicos observar cómo funcionaba una cabeza de perro en el interior
de una vaca. Hay que tener en cuenta que el estómago de una vaca es un lugar
muy extraño, en el que se pueden encontrar todo tipo de cosas, desde piedras a
cuchillos, pasando por monedas, botones, alfileres, dientes, piedras, sobadas
estatuillas de la Moreneta y, a veces, de forma totalmente natural, cabezas de
perro, incluso dobles.
Firmado: Muhammad y dos entidades no humanas rinoceróntico-paranoicas.